martes, 28 de diciembre de 2010

¿Qué pasa con los carrileros?

En este receso se habla de nombres, pases, idas y venidas. Ya suenan Ustari, Cvitanich, Ervitti, Somoza... Sí, todos muy buenos jugadores, pero ¿qué pasa con los carrileros externos en la mitad de la cancha? Alguno me dirá que Ervitti puede ser una opción, pero no es el externo claro, le gusta meterse adentro y desequilibrar con su habilidad. Mientras recién comienzan las negociaciones, hablamos de arqueros, volantes internos y puntas, pero no de carrileros.

Boa jugó en la Era Borghi con Clemente, Gaona Lugo, Giménez, Chávez y algunos más. Con Pompei jugó Méndez, se abrió Battaglia, pero da la sensación que falta. Por la izquierda está Matías Giménez, con rendimientos dispares, sin poderse afianzar en el puesto, aunque queda claro que candidatos no sobran.

Repasando las posibilidades nos encontramos con un viejo anhelo de la dirigencia de Boca, Pablo Giñazú. El volante está jugando en el Inter de Porto Alegre con mucho éxito, pero luego de la eliminación del Mundial de Clubes se lo vio con ganas de cambiar de aire. Como nombres de calidad no abundan, bueno es recurrir a las divisiones inferiores. Abajo tenemos buen material que puede ser utilizado por el nuevo cuerpo técnico. Nicolás Colazo posee un gran recorrido, aunque últimamente jugó como doble 5 en el elenco de Regenhardt, técnico de reserva. Gastón Rossi fue relegado a entrenar con las inferiores, pero tuvo buen rendimiento en la última gira por Estados Unidos. Gaona Lugo es delantero, pero tras la recuperación, tal vez pueda acomodarse en ese sector. Otra alternativa es adelantar a Clemente a la mitad de la cancha. Seguramente existen algunos apellidos más para comenzar a tener en cuenta.

En fin, hay que pensar en variantes importantes en este sentido, ya que el Xeneize tuvo innumerable cantidad de problemas por no contar con alternativas por las bandas. Entonces, ¿cuál será la solución? Hay dos caminos, pensar en apellidos de peso dentro del mercado o apuntar los ojos a las inferiores. Dejanos tu opinión acerca de este tema.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El arco de Boca, ¿tiene dueño?

Repasando los años de gloria de nuestra Institución, encontramos que el puesto de arquero siempre tuvo un apellido claro. Podemos nombrar a Antonio Roma, Hugo Gatti, Navarro Montoya, Oscar Córdoba, Roberto Abbondanzieri… pero hace un tiempo que el Xeneize no encuentra el 1 fijo, ese que sale de memoria. Solamente hay que repasar el último torneo en el que se contrató a Cristian Lucchetti, que venía de un Banfield ganador, y terminó en el banco de suplentes relegado por Javi García.

Que Andujar, que Ustari, que Navarro… ¿es necesario traer un guardameta? En Boca conviven arqueros de muy buena calidad, con una preparación de excelencia. Sacando al contratado Lucchetti, contamos con Javier García, gran promesa de las inferiores y el principal proyecto de hace muchos años para ocupar los tres palos “ a lo Casillas” en el Real Madrid . Él mismo se encargó de manifestar que está tranquilo, y eso se nota. Su madurez queda manifestada en sus declaraciones y dentro del terreno, en donde se lo ve mucho más seguro que, por ejemplo, en el campeonato del 2008, cuando jugó varios partidos lesionado. Detrás de él aparecen Maxi Scapparoni y Seba D´Angelo. El primero estuvo por Chile, en Ñublense, pero el terremoto que azotó al país vecino lo obligó a retornar al Club. Sebastián D´Angelo es otro pibe que suma mucha experiencia en reserva y viene creciendo con fuerza.

Con cuatro posibles refuerzos para el equipo y estos tres arqueros jóvenes con enorme proyección. ¿Es necesario pensar en traer otro, o es mejor analizar otras posiciones dentro del campo para reforzar? El juego queda abierto.

Conociendo a Julio

Falcioni es un entrenador con larga historia en el fútbol. Antes de ser DT se desempeñó como arquero en diferentes instituciones y hasta llegó a calzarse el buzo del seleccionado nacional. Desde 1976 y hasta 1980 fue el guardameta de Vélez. Allí se ganó el respeto de colegas y la gente del medio. Más tarde pasó al fútbol colombiano, más precisamente al América de Cali, en donde permaneció hasta 1989, año en el cual Carlos Bilardo lo citó para la Selección Argentina. Pero nos vamos a detener en el América de Cali. Fue allí donde logró cosechar todos sus títulos como futbolista, quedándose con los campeonatos locales que encierran 1982 y 1986.

Su retorno al fútbol argentino se dio en Gimnasia de La Plata durante una temporada y, tras un breve paso por el Club que lo vio nacer, se retiró de la actividad profesional en el Once Caldas de Colombia en 1992.

Su carrera como entrenador comenzó sumando experiencia en las divisiones menores de Vélez hasta que en 1997 se aferró a la oportunidad de dirigir la primera. Permaneció en el cargo hasta el 2000. En la temporada 2002-2003 condujo los hilos de Olimpo de Bahía Blanca, dejando su nombre bien en alto en la institución bahiense. Su primer período en Banfield fue del 2003 al 2005. En esa época alcanzó los cuartos de final de la Copa Libertadores, cayendo ante River, pero luchando hasta el final en el Monumental.

Independiente posó sus ojos en él, pero en Avellaneda no se dieron las cosas como esperaba y después de un año abandonó el cargo con la finalización de su contrato. Breves pasos por Colón y Gimnasia de La Plata entre 2006 y 2007, lo depositaron nuevamente en Banfield en el 2009. En el sur se consagró campeón del Apertura por primera vez en la historia de su equipo y de su trayectoria como técnico.

Todo este camino lo depositó en Boca Juniors, lugar en el cual quieren estar todos. Jorge Amor Ameal jugó su carta e hizo prevaler su deseo en la Comisión Directiva. Ahora resta el apoyo de todos para que el Xeneize salga adelante y vuelva a las primeras planas del fútbol nacional.

FALCIONI, EL ELEGIDO

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Nueva pelota para el Clausura

Adidas diseñó el nuevo balón para el campeonato que comienza en febrero. Con colores bien argentinos, responde a un diseño innovador. Se va a estrenar en los torneos de verano y desde la A.F.A anunciaron su vigencia a lo largo de todo el 2011 en el marco local. Su nombre es Speedcell.

Entre los elementos a distinguir, el escudo de la A.F.A posee algunas modificaciones especiales para la pelota. A diferencia del modelo Jabulani, se trabajó mucho en el vuelo del esférico en el aire y se espera que sea más firme, a diferencia de las versiones anteriores. Cabe recordar imágenes del Mundial con la pelota enterrada en la cabeza de los protagonistas. Por eso, esta vez se hizo hincapié en la estabilidad. Será utilizado exclusivamente en la Argentina, por lo cual aquellos equipos que participen en competencias internacionales, deberán adaptarse a dos balones, situación que ocurre todos los años.

Las once líneas que posee representan a los futbolistas que salen al terreno de juego y la unidad que requiere todo equipo para ser exitoso. A pesar de estas características, habrá que ver cómo se sienten los profesionales al tratar con la nueva pelota. En los primeros días de enero arrancan las diferentes pretemporadas y a mediados de mes se viene el estreno en los torneos de verano. Veremos cuál es la respuesta de quienes deben utilizarla a loa largo del 2011.

La historia de un “Pato”

Roberto Abbondanzieri le dijo adiós al fútbol. Si bien su sueño era retirarse en Boca, su partida al Inter de Porto Alegre en la última etapa le permitió alzar una Copa Libertadores y disputar el Mundial de Clubes 2010. Pero esta trayectoria arrancó en Rosario, hace más de 16 años.

El hombre nacido el 19 de agosto de 1972 en Bouquet, pcia. de Santa Fe, arrancó su carrera profesional en Rosario Central, club en el cual se lo recuerda con mucho afecto. En 1994 comenzó a formar parte de la primera y, con dos años en la Institución, levantó su primer trofeo, la Copa CONMEBOL, que hoy ya no se disputa. Sus magníficas actuaciones hicieron que Boca Juniors pose sus ojos en él. En 1997 llegó a la Institución con el objetivo claro de calzarse el buzo titular, pero eso esperaría un tiempo. Primero fue relegado por Sandro Guzmán y luego por un grande del puesto, Oscar Córdoba. Igualmente, una lesión del colombiano le dio el lugar en la primera. La mala suerte se hizo presente cuando en 1999 y habiendo cumplido con el puesto, se lastima gravemente su hombro, justamente ante River. Esa lesión le demandó un año de recuperación. El momento del “Pato” todavía estaba por llegar.

Córdoba estuvo en Boca hasta el 2002. Hasta ese momento, el “Pato” se había quedado con los Apertura 1998 y 2000; las Libertadores 2000 y 2001 y la Intercontinental 2000. Pero todavía le quedaba pendiente la titularidad. Con la venta del guardameta colombiano, llegó su momento.

Si hay que destacar un año en la vida deportiva de Abbondanzieri, es el 2003. El arquero ya tenía un año de titularidad y le tocó ser protagonista principal en la conquista de la Copa Libertadores de ese año y la Copa Intercontinental ante el poderoso Milan italiano. Esa temporada se logró la triple corona con el torneo local. En el estadio Internacional de Yokohama, Japón, el “Pato” escribió su página más gloriosa cuando, luego del 1 a 1 en el partido, le atajó sus penales al gran Andrea Pirlo y Costacurta, histórico emblema del elenco italiano. Seedorf erró el suyo y tras la definición de Cascini, llegó la locura.

Permaneció en el Xeneize hasta el 2006, sumando a sus vitrinas el Apertura 2005 y el Clausura 2006, más las Sudamericanas 2004 y 2005 y la Recopa 2005. Más tarde se dio el gusto de jugar en la primera de España, defendiendo los colores del Getafe hasta el 2009, consagrándose como uno de los mejores arqueros de la historia del Club. Claro que Alemania 2006 fue parte de su vida. En el Mundial llegó hasta los cuartos de final, cuando la Selección cayó ante el local por penales. Abbondanzieri tuvo que abandonar ese partido por lesión y no pudo participar de la instancia decisiva.

En el 2009 retornó a Boca. Con malos resultados, alternó con Javier García como hombre titular y decidió aprovechar la chance del Inter de Porto Alegre, en una decisión que finalmente sería acertada. Con el uruguayo Fossati como entrenador, jugó casi toda la Libertadores que lo vio ganar el trofeo por única vez fuera de Boca. Con el anuncio hecho, se despidió atajando en el Mundial de Clubes, consiguiendo el tercer puesto con un 4 a 2 ante Seongnam Ilhwa de Corea del Sur.

Además, recibió varias distinciones personales. Fue elegido por la CONMEBOL como el mejor arquero en el 2003, fue el mejor jugador de la Copa Sudamericana 2005, cuando convirtió el penal decisivo ante Pumas en una Bombonera repleta. Además, recibió el Trofeo Zamora en España, que se le brinda al arquero menos goleado de la Liga, siendo el tercer arquero argentino en conseguirlo, detrás de Carlos Roa para Mallorca en 1999 y Martín Herrera, del Alavés, en el 2000.

Así es la extensa y existosa carrera de Roberto Abbondanzieri. Con Boca como su casa, supo hacerse fuerte en todos los clubes que participó. Él sólo, tiene más títulos que muchos clubes grandes en el continente. Su vida en principio no estará vinculada al fútbol, pero siempre será recordado como un grande en el arco de Boca, a la altura de otros como Roma, Gatti, Navarro Montoya y Oscar Córdoba.

Carrera Profesional

Rosario Central Argentina 1994-1996

Boca Juniors Argentina 1996-2006

Getafe CF España 2006-2009

Boca Juniors Argentina 2009-2010

Internacional Brasil 2010

Títulos

Torneo Apertura Boca Juniors Argentina 1998

Torneo Clausura Boca Juniors Argentina 1999

Torneo Apertura Boca Juniors Argentina 2000

Torneo Apertura Boca Juniors Argentina 2003

Torneo Apertura Boca Juniors Argentina 2005

Torneo Clausura Boca Juniors Argentina 2006

Copas internacionales

Copa Conmebol Rosario Central Argentina 1995

Copa Libertadores Boca Juniors Argentina 2000

Copa Intercontinental Boca Juniors Argentina 2000

Copa Libertadores Boca Juniors Argentina 2001

Copa Libertadores Boca Juniors Argentina 2003

Copa Intercontinental Boca Juniors Argentina 2003

Copa Sudamericana Boca Juniors Argentina 2004

Recopa Boca Juniors Argentina 2005

Copa Sudamericana Boca Juniors Argentina 2005

Copa Libertadores Internacional Brasil 2010

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Boca 2011

A pocos días de las fiestas, el clima en el Xeneize es de renovación. De nombres, de funciones y hasta de entrenador. El tema Falcioni da para largo, al igual que el de los refuerzos. Pero vamos a recapitular el semestre de los nombres.

El plantel de Boca cuenta con futbolistas de sobrada jerarquía. Aquellos que llegaron al inicio de este semestre ya conocen lo que significa ponerse la camiseta. El mejor de los “nuevos” fue Matías Caruzzo. El defensor que venía de salir campeón con Argentinos fue uno de los primeros pedidos por Borghi. La dirigencia lo trajo y el defensor cumplió su rol jugando en línea de tres y de cuatro. El resto quedó en deuda, pero todavía están a tiempo de mostrar por qué el Rey de Clubes los fue a buscar. Insaurralde todavía se tiene que afianzar, lo de Lucchetti es ciclo cumplido, mientras que Escudero no cubrió las expectativas, al menos hasta ahora. Clemente es Boca, y la gente lo espera.

Ahora bien, con esta realidad en donde la dirigencia trajo a los mejores, llegó el momento de pensar en cuatro refuerzos, casi sin margen de error. Es prematuro hablar de nombres por el hecho de que todavía ni siquiera está el entrenador, pero sí nos podemos referir a posiciones. Si hay algo que el Club hoy necesita son volantes externos. Por la izquierda aparece Giménez y después hay que buscar las alternativas en los más chicos. Uno que demostró categoría es Nicolás Colazo, devenido a volante central por el cuerpo técnico anterior, pero que realizó todas las inferiores como carrilero externo. En materia de delanteros estamos frente al último semestre de Martín. Detrás de él está Viatri y como delanteros por afuera aparecen Araujo, Mouche y Acosta, entre otros chicos.

Con esta realidad, Boca debe incorporar si trae jugadores de categoría excepcional y primer nivel. Las inferiores vienen trabajando arduamente y allí se pueden encontrar las respuestas para los entrenadores. Enzo Ruíz abajo; Javi García, Maxi Scapparoni y Seba D´Angelo como los arqueros; Colazo, Erbes, Sánchez Miño en el medio, sumados a Araujo, Acosta, Gaona Lugo e Imbert como delanteros de gran proyección.

Está claro que no se puede armar un equipo en base a juveniles, pero también es una realidad que traer de afuera debe significar un salto de calidad para el primer equipo de Boca. De no ser así, lo mejor es solucionar los problemas con lo que tenemos en casa.