miércoles, 15 de diciembre de 2010

Boca 2011

A pocos días de las fiestas, el clima en el Xeneize es de renovación. De nombres, de funciones y hasta de entrenador. El tema Falcioni da para largo, al igual que el de los refuerzos. Pero vamos a recapitular el semestre de los nombres.

El plantel de Boca cuenta con futbolistas de sobrada jerarquía. Aquellos que llegaron al inicio de este semestre ya conocen lo que significa ponerse la camiseta. El mejor de los “nuevos” fue Matías Caruzzo. El defensor que venía de salir campeón con Argentinos fue uno de los primeros pedidos por Borghi. La dirigencia lo trajo y el defensor cumplió su rol jugando en línea de tres y de cuatro. El resto quedó en deuda, pero todavía están a tiempo de mostrar por qué el Rey de Clubes los fue a buscar. Insaurralde todavía se tiene que afianzar, lo de Lucchetti es ciclo cumplido, mientras que Escudero no cubrió las expectativas, al menos hasta ahora. Clemente es Boca, y la gente lo espera.

Ahora bien, con esta realidad en donde la dirigencia trajo a los mejores, llegó el momento de pensar en cuatro refuerzos, casi sin margen de error. Es prematuro hablar de nombres por el hecho de que todavía ni siquiera está el entrenador, pero sí nos podemos referir a posiciones. Si hay algo que el Club hoy necesita son volantes externos. Por la izquierda aparece Giménez y después hay que buscar las alternativas en los más chicos. Uno que demostró categoría es Nicolás Colazo, devenido a volante central por el cuerpo técnico anterior, pero que realizó todas las inferiores como carrilero externo. En materia de delanteros estamos frente al último semestre de Martín. Detrás de él está Viatri y como delanteros por afuera aparecen Araujo, Mouche y Acosta, entre otros chicos.

Con esta realidad, Boca debe incorporar si trae jugadores de categoría excepcional y primer nivel. Las inferiores vienen trabajando arduamente y allí se pueden encontrar las respuestas para los entrenadores. Enzo Ruíz abajo; Javi García, Maxi Scapparoni y Seba D´Angelo como los arqueros; Colazo, Erbes, Sánchez Miño en el medio, sumados a Araujo, Acosta, Gaona Lugo e Imbert como delanteros de gran proyección.

Está claro que no se puede armar un equipo en base a juveniles, pero también es una realidad que traer de afuera debe significar un salto de calidad para el primer equipo de Boca. De no ser así, lo mejor es solucionar los problemas con lo que tenemos en casa.

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