martes, 22 de junio de 2010

Un loco suelto en Sudáfrica

Martín Palermo no para de sorprender al mundo. Sin conformarse con nada, Martín siempre tiene un as bajo la manga. Ahora sigue batiendo récords y en este caso de color celeste y blanco. Es el jugador más veterano en convertir para la Selección Argentina en un Mundial. Sus 37 años no dejan de reconocer la vigencia de un goleador tremendo y espectacular, que vive renovando no tan viejos pergaminos.

Diego contó en la conferencia que sus ayudantes le pedían que meta a Higuaín. Maradona lo pensó, o eso se vio en la cancha. “Llamame a Martín”, tiró. La sorpresa de todos fue grande. El hombre mito entró con la 18 en la espalda con pocos minutos para demostrar todo lo que vale. Encima Diego Milito fue uno de los pocos que no encontró el partido ante Grecia. Todo dado para un nuevo párrafo del libro “palermista”. Un hombre que sin codearse con el brillo europeo, con un paso fugaz por el viejo continente, hace que todos lo pidamos cuando las cosas se complican. “Entrá y liquídalo”, le dijo el eterno 10 al 9x2. Y Palermo cumplió, como cumple siempre, porque es una leyenda del fútbol, porque logra lo que nadie imagina y porque cuando parece que ya dio todo, hace algo más.

Nunca se va a conformar, es un “optimista del gol” como dijo Bianchi. Yo creo que es una bestia, un animal, que tiene el instinto asesino, que huele cómo derrotar a cada arquero que se le pone adelante. Es verdad, no tiene la técnica de Higuaín, Henry, Eto´o o Drogba, pero Martín tiene mucho más aguante que cualquiera y confía en sí mismo y en su capacidad. Siempre busca más. Diego lo sabe y por eso lo metió en la cancha.

Siga escribiendo historia “Titán”, que esto recién empieza…

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