lunes, 28 de abril de 2008

FLOJO, FLOJITO…


Pálida imagen dejó Boca en el Nuevo Gasómetro con el 1 a 0 en contra que lo aleja de la punta en el torneo y lo deja golpeado de cara a lo que se viene. Con una actuación que hace extrañar en demasía a figuras como Riquelme y Palacio, Boca se mostró muy pobre contra los de Ramón. Tal es así, que la liturgia con la cual empezó el juego, le permitió al local conseguir la diferencia definitiva en el partido a los dos minutos a través de su delantero Menseguez.

La salida al terreno de juego fue dubitativa y sin ningún tipo de compromiso con el partido. Por eso, San Lorenzo recuperó rápidamente ante la salida del medio de Boca y con un pelotazo largísimo que obligó a Caranta a salir apurado, abrió el marcador, complicando las cosas desde el inicio del partido. Este golpe llevó a Boca a intentar manejar la pelota, no desesperarse y empezar a generar juego en la mitad del terreno. Le costó mucho al xeneize, que tuvo una actuación pobre del equipo en general, y sin intención de caerle a nadie en particular, hay que decir que hubo rendimientos individuales muy flojos que se repiten y hacen pensar de cara al futuro.

Volviendo al partido, las flojas intervenciones de Cáceres en la defensa, hicieron que San Lorenzo cuente con situaciones de riesgo de cara al arco de Caranta. Esa falta de seguridad en el fondo xeneize le daba tranquilidad a los de Boedo, que empezaron a ver la contra con mejores ojos y con un inteligente Ramón Díaz, marcó la diferencia saliendo rápido desde la mitad de la cancha. De esta manera había dos caras muy diferentes en el mismo encuentro. Un local con la seriedad necesaria para hacer valer el gol obtenido desde el vestuario, y un visitante carente de ideas, de juego y hasta de voluntad en algunos casos.

La segunda parte recibió a Palacio en el partido, ya que como estaba previamente estipulado, Martín Palermo actuó en los primeros 45, mientras que Palacio lo hizo en la segunda parte. Rodrigo tuvo una actuación normal, desbordó algunas veces pero no supo doblegar del todo al fondo de San Lorenzo, aunque hay que destacar la actitud y la entrega en el juego. Otro que entró bien fue el “Pochi” Chávez, quien con pocos partidos en la primera de Boca, está mostrando cosas interesantes. El otro punto a destacar es el de Facundo Roncaglia, que se muestra firme y con ganas de crecer en el equipo, además generó la situación más clara del partido cuando un certero cabezazo suyo se estrelló en el palo derecho de Orión.

Capítulo aparte lo de Vargas, jugador duro, áspero, pero que esta vez tiene razón. Injusta la primera tarjeta amarilla, injusta la segunda cuando faltaban 30 segundos. Saúl Laverni, el árbitro del partido, se equivocó en ambas acciones y deja al colombiano fuera del Súper clásico del próximo domingo en La Bombonera. Vargas dijo que el árbitro le pidió la camiseta a D´Alessandro en pleno partido, a lo que Laverni respondió y acusó al volante cafetero de mentiroso. Lo cierto es que Vargas se vuelve a perder un partido clave, tal como le ocurrió hace pocos meses cuando Boca debía enfrentar al Milán en la final del Mundial de Clubes, y Vargas había sido expulsado en la semifinal frente al Etoile.

Clásico perdido y a pensar en la Copa Libertadores de América y en el partido clave y trascendental que se asoma para el próximo fin de semana, cuando La Bombonera reciba nuevamente el espectáculo deportivo más importante del mundo; el Boca-River.

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