UNA DERROTA CON SABOR A TRIUNFO

Boca visitó a Vélez en el José Amalfitani en búsqueda de los cuartos de final de la Copa Libertadores. El resultado de la ida mostró al xeneize venciendo por 3 a 0, por lo cual Vélez debía ganar con el mismo marcador para llegar a los penales o por 4 goles de diferencia para clasificar directamente. Nada de eso ocurrió, y el 3 a 1 a favor de los de La Volpe dejó a Boca en cuartos con un resultado global de 4 a 3.

Las cosas comenzaron a complicarse desde los primeros minutos, cuando el equipo de Russo se mostraba relajado y confiado por los 3 goles conseguidos en casa. Tal es así, que a los 14 minutos de iniciadas las acciones, Mauro Zárate abrió el marcador. 1 a 0 y si bien la ventaja continuaba siendo importante, Russo comenzó a acomodar las piezas.

El rendimiento destacable en la visita fue Juan Román Riquelme, manija en todo momento y sostén del xeneize. Un corner lanzado desde la izquierda, encontró desprevenido a Peratta, arquero de Vélez, y el partido fue casi cerrado, ya que el fortinero debía conseguir una ventaja de 4 goles. A pesar de esto, los de La Volpe continuaron buscando y la esperanza renació cuando una jugada desafortunada de Ledesma lo dejó afuera del equipo. A las duchas antes de tiempo y habrá que esperar la cantidad de fechas de suspensión que le da la Confederación. El 2 a 1 se produjo antes del cierre del primer tiempo nuevamente desde los pies de Mauro Zárate.

En la segunda parte el rendimiento del local fue devastador y si bien Riquelme estrelló dos tiros en los palos, la diferencia final de 3 a 1 se plasmó también en el rendimiento de los conjuntos. El último de Vélez llegó a 11 del final con una definición exquisita de Darío Ocampo. Ahora se viene Arsenal de Sarandí con una posible rotación y en cuartos Boca espera al vencedor de la llave Libertad (Par) – Paraná (Bra).

Imagen: Diario Deportivo Olé