SUPER-EMPATE

Y el partido del semestre pasó. Fue 1 a 1 con goles de Pablo Ledesma a los 45 segundos, marcando el gol más rápido de los superclásicos, y de Mauro Rosales a los 4 del complemento.

El encuentro disputado en La Bombonera mostró varios condimentos para destacar. El paraguas de Passarella, la posible despedida de Guillermo, la vuelta de Román a un clásico, y la necesidad de Boca de obtener los tres puntos para alcanzar al San Lorenzo de Ramón.

Con respecto al desarrollo del partido, hay que decir que el primer tiempo fue un verdadero paseo a favor de Boca, aunque no pudo plasmarlo en el resultado. Román mostró todo su repertorio en uno de esos partidos en donde aparece. Las ganas de Riquelme se hicieron notar desde el minuto 0. El gol vino por pase de él, y además le otorgó al menos dos mano a mano a Rodrigo Palacio, que tendrá que trabajar en la definición, ya que es lo que apunta su mayor déficit. Por su parte, Miguel Russo, muy lejos de estar contento con el funcionamiento, se fue al descanso pensativo, como sabiendo que las opciones desperdiciadas por Palacio en algún momento se iban a pagar, y así fue.

En el complemento las cosas dieron un giro inesperado, Ever Banega comenzó a peder la pelota constantemente, lo que hizo que la circulación en la mitad de la cancha xeneize ya no sea la misma. Si a esto le sumamos que Ponzio fue encima de Riquelme y al 10 xeneize le costaba tomar contacto con el balón, veremos los motivos del dominio millonario, que contó con una opción que lo llevo al empate, cuando un zurdazo defectuoso de Rosales se desvía en Morel y desubica a Caranta. A partir de ahí, River fue un poco más, aunque no se generaban situaciones en ninguno de los dos arcos.

El DT xeneize quizás debió efectuar algunos cambios, cuestión que evitó hasta pasado los 35 minutos de la segunda parte. Román, que no había aparecido le pone un pase a la cabeza de Palermo que extrañamente marra una ocasión de gol única, muy extraño en él y más de cabeza. Una más para River que lo pudo haber ganado, pero el mal partido de Marco Ruben no le permitió doblegar por segunda vez el arco de Caranta. Además, Guillermo se mostró muy molesto después del partido por haber disputado solamente 4 minutos en lo que quizás fue la última vez del ídolo con la azul y oro. La gente le reconoció todo lo que hizo y le brindó más cariño que nunca.

Así las cosas, el empate le sentó bastante mejor a los de Passarella, ya que se los escuchaba festejando dentro del vestuario visitante. 1 a 1 y grandes partidos de Riquelme en la primera etapa, y las figuras excluyentes de Pablo Ledesma por parte de Boca y de Juan Pablo Carrizo por parte del visitante. Pasado el clásico, Boca vuelve al trabajo el próximo martes por la mañana pensando en el viaje a Rosario del próximo fin de semana, con la cabeza también en el Bolívar para la clasificación en la Copa.

Fotografía Diario Olé: ¿ÚLTIMA DE GUILLE EN BOCA?