
Nuevamente se repite la final Intercontinental del 2003 entre dos potencias mundiales, entre los dos campeones de las confederaciones más importantes en el mundo entero. Representando el dinero, el glamour y la convivencia de un sinfín de nacionalidades está el Milan europeo. Poderoso equipo italiano que ya supo caer ante dos equipos argentinos y con Bianchi como DT: Vélez en el 94 y Boca en el 2003, por lo cual la sed de revancha es importante. Además de esto, la estabilidad económica en el viejo continente permite que muchos jugadores se repitan de aquel día en el que Boca venció por penales, entre ellos el que hace poco fue elegido el mejor futbolista del planeta, el brasileño Kaká. En el primer partido frente a los japoneses fue el jugador distinto que generó el desequilibrio para que entre el holandés Clarence Seedorf y marque la diferencia. De más está decir que es un plantel riquísimo en futbolistas y en cuanto al dinero, es un conjunto bastante más importante que el argentino.