Otra decepción en La Bombonera fue la actuación del equipo conducido por Miguel Russo. Esta vez un magro 1 a 1 frente a Estudiantes lo alejan un poco más del sueño del campeonato.
Ni se habían acomodado las fichas cuando Piatti con una libertad casi ingenua sometió a un indefenso Caranta. 1 a 0 apenas cumplido el minuto y a remar desde atrás. Como viene pasando en los últimos encuentros, el trabajo rescatable dentro de Boca es el del lateral eterno Hugo Ibarra, que tomó las riendas y se mandó como una tromba al ataque cumpliendo las diferentes funciones que requiere un equipo él solo. Tal es así, que la situación más contundente del primer tiempo llegó a través del pie zurdo del defensor, que estrelló un extraordinario remate en el travesaño de Andujar. Con el 1 a 0 finalizaría la primera etapa.
En el segundo tiempo Boca mejoró un poco, a través del trabajo en conjunto, con un buen partido de Álvaro González y una marcación más firme en el fondo. El ingresado Bertolo, que empieza a pelear por su lugar, envío un centro al área que bajo de buena manera Rodrigo Palacio para que nuevamente el otro histórico del equipo, Martín Palermo, salude una vez más a la red. 1 a 1 y muchísimo para cambiar y trabajar.
Hay algunas rispideces que deben ser saneadas antes del tan ansiado viaje a Japón en el que todos queremos ir con posibilidades, cosa que con el actual nivel de Boca es muy complicado. Ahora hay un nuevo parate por las Elecciones presidenciales del próximo domingo 28 y Boca debe pensar y replantearse seriamente como va a solucionar el sinfín de inconvenientes que tiene, principalmente por el bajo nivel de algunas de sus individualidades. Por el lado del técnico, tendrá que recomponer las cosas y pensar que Boca no se puede dar el lujo de ganar solamente 1 partido sobre 5. El Mundial de Clubes está doblando la esquina y Boca está muy lejos de conseguir el nivel para disputar con chances un torneo de semejante embergadura…
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