lunes, 21 de mayo de 2007

SIN RIQUELME Y PALERMO, SE PUDO

Boca visitó al último del campeonato, Quilmes, en busca de no perder el tren del torneo y pensando en que la noche anterior el líder San Lorenzo ya había derrotado a Newell´s asegurándose el primer lugar en soledad finalizada la fecha. El partido concluyó con el 2 a 1 para los de Russo con tantos de Jesús Dátolo y Rodrigo Palacio para Boca y Diego Torres para el cervecero.

Con varios cambios y dándole descanso a figuras como Riquelme, Palermo, Ibarra y Morel Rodríguez, el encuentro no fue nada fácil. En la zona defensiva la dupla conformada por Silvestre y Matías Cahais recibía indicaciones por demás del técnico buscando un rápido acople entre ambos. Además, con la exclusión de Ibarra, se produjo el debut oficial de Bruno Urribarri, zurdo lateral izquierdo e hijo del gobernador de la provincia de Entre Ríos, que si bien se mostró muy seguro, tuvo que lidiar con un complicado Diego Torres que no lo dejó desatenderse en ningún segmento del partido.

La diferencia se produjo en lo que era quizás el peor momento del xeneize. La defensa se dedicaba a sacarse la pelota de encima y el mediocampo se mostraba dubitativo a la hora de entregarle las acciones a los gestores de juego. Hay que tener en cuenta la ausencia de Riquelme en este sentido. Lo que funcionaba bien era el doble tapón que propuso el DT con Battaglia y Orteman, ambos levantando mucho su nivel con respecto a sus últimas apariciones. Él segundo de ellos fue quien le colocó un pase “riquelmeano” a Bruno Marioni que definió de manera exquisita, aunque el delantero no está en un gran momento ya que el balón se estrelló en el palo. Por suerte andaba Dátolo cerca y con un tiro firme marcó el primero. Algunos minutos después y con el trámite algo mejor para Boca, el delantero que no tuvo descanso, Rodrigo Palacio, definió ante la salida del arquero. El 2 a 0 parecía definitivo para la primera etapa, pero segundos antes de partir a los túneles, el mejor del cervecero, Torres, metió un taco que pegó en Silvestre y se convirtió en el descuento. 1-2 y el público local mantuvo la expectativa para los segundos 45 minutos.

En la segunda etapa no quedó otra que sufrir. Nuevamente hubo grandes apariciones de Mauricio Caranta, que siempre es una de las figuras del equipo. La situación saliente nos llevó nuevamente a recordar lo peor del fútbol argentino: la violencia. En la última jugada del encuentro, una piedra caída desde la tribuna xeneize impactó en el rostro de Diego Capria, que luego de ser atendido dentro del terreno de juego tuvo que retirarse tal como lo marca el reglamento. De esta manera Quilmes no contó con su mejor arma aérea en un instante clave. El arbitro del encuentro, Juan Pablo Pompei, decidió continuar las acciones y esa fue la última jugada del encuentro. Es una pena que nada cambie en el fútbol argentino y sigan ocurriendo este tipo de cosas.

Volviendo al fútbol, el plantel de Boca viajará ahora en busca de la clasificación a tierras paraguayas para enfrentar por la revancha de los cuartos de final de Copa Libertadores a Libertad. El 1 a 1 en La Bombonera encuentra mejor parados a los paraguayos, pero la mística copera xeneize existe y tendrá que salir a relucir de visitante. En duda para ese encuentro están Daniel Díaz, que no termina de recuperarse de su desgarro y Juan Román Riquelme, cuya contractura en el bíceps de la pierna derecha tiene en vilo a Miguel Russo.

Foto: Rodrigo Castro

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